martes, 31 de mayo de 2011

Redes ecológicas. Red Natura 2000 y conectividad

DE LA FRAGMENTACIÓN DE LOS ESPACIOS PROTEGIDOS LAS REDES ECOLÓGICAS Y LA RED NATURA 2000

Desde las primeras medidas conservacionistas de los años setenta del siglo pasado se han adoptado numerosas iniciativas sobre conservación de espacios naturales que van más allá de la simple delimitación de espacios ante la insuficiencia de la protección aislada de espacios. Los conocimientos científicos acerca del funcionamiento y organización de los sistemas naturales han evolucionado en las últimas décadas. La anterior visión estática y homogénea que se tenía de la naturaleza ha sido reemplazada por el reconocimiento de los sistemas ecológicos como sistemas dinámicos, que evolucionan en el espacio y en el tiempo por la actuación de perturbaciones de distinta naturaleza e intensidad.

En Europa, el territorio se encuentra áltamente fragmentado y muy afectado por los usos humanos. No existen espacios lo suficientemente extensos como para mantener por sí mismos la integridad ecológica de sus ecosistemas naturales claves, por lo que los programas de actuación deben mirar hacia fuera de las fronteras de los espacios BENNET en GARCÍA MORA (2003). Para intentar mantener los flujos invisibles que mantienen estos espacios, nace así el concepto de redes ecológicas, áreas que, más allá de la coordinación administrativa, tienen alguna forma de interrelación física que permiten soslayar las barreras existentes en territorio y aseguren la continuidad de las funciones ecológicas.

En los 70 y 80 surgió en Europa occidental (Holanda) el concepto de Redes Ecológicas, precisamente en ámbitos donde los hábitats se encuentran seriamente fragmentados por la alta intensidad del desarrollo económico (BENNET, 2004a).

Las Redes ecológicas aprovechan las posibilidades de las redes funcionales que posibilita una mejor coordinación institucional entre diferentes espacios (red funcional) pero lo distintivo de ellas,, y su rasgo caracterizador frente a “redes” de otra naturaleza, es la verdadera interconexión entre los espacios protegidos mediante elementos territoriales que faciliten la continuidad de los procesos ecológicos.

LA RED NATURA 2000

Las “redes ecológicas” como la inciden sobre el aspecto estructural de las mismas porque pretenden una interrelación que permita el flujo de especies entre los elementos de la red y la continuidad de los procesos naturales que los sostienen. Estos objetivos se apoyan en la coordinación intrainstitucional a nivel de la administración ambiental y aprovechan las posibilidades de las redes funcionales porque el conjunto de las ZECs contarán con criterios comunes de designación, directrices de gestión, etc... (LUCIO et alt. 2002)

La Red Natura 2000 y otras de la misma familia como EECONET o la Red Esmeralda, son las principales apuestas europeas para garantizar el mantenimiento, o en su caso el restablecimiento de la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres (Art. 2.1 y art. 3.1, D.92/43). La Red Natura 2000 pretende crear un sistema de relaciones en el que los espacios protegidos no sean islas naturales desconectadas entre sí, sino una auténtica “red ecológica coherente” en la que sus ecosistemas y hábitats correspondiendo la función de enlaces a los “corredores ecológicos”.

Especial hincapié se hace en la Red Natura en la Zonas núcleo, verdadero caballo de batalla en la UE, compuestas por las Zonas de Especial Protección de las Aves, reguladas por la Directiva 79/409, y las Zonas de Especial Conservación, designadas en virtud de la Directiva 92/43. La función de conexión se encomienda a los corredores ecológicos, elementos del paisaje que por su estructura lineal y continua o por su papel de puntos de enlace) resultan esenciales para la migración, la distribución geográfica y el intercambio genético de las especies silvestres.

Las ZECs que deben designarse y conservar lugares que contribuyan a la coherencia ecológica de la red en su conjunto, debería conllevar la necesidad de superar una visión de red funcional de tipo administrativo en beneficio de tomar en consideración los flujos que existen en el paisaje como objeto de conservación. Ello tiene que ser reforzado con los elementos del paisaje que permitan la conectividad entre los diferentes nodos.

La complejidad de la protección de estos elementos incluye la dificultad en su identificación, dado que implica un alto conocimiento de los ecosistemas en los que se integran y los diversos impactos que hacen peligrar su integridad, conlleva que su inclusión en la Directiva se haga de forma flexible. Por consiguiente “cuando lo consideren necesario, los Estados miembros se esforzarán por mejorar la coherencia ecológica de Natura 2000 mediante el mantenimiento y, en su caso, el desarrollo de los elementos del paisaje que revistan primordial importancia para la fauna y la flora silvestres que cita el artículo 10” (Artículo 3.3 D.92/43).

Esta previsión es completada por la contenida en el artículo 10 D. 92/43 “Cuando lo consideren necesario, los Estados miembros, en el marco de sus políticas nacionales de ordenación del territorio y de desarrollo y, especialmente, para mejorar la coherencia ecológica de la red Natura 2000, se esforzarán por fomentar la gestión de los elementos del paisaje que revistan primordial importancia para la fauna y la flora silvestres”. La propuesta de directiva incluía la obligatoriedad de crear corredores, pero el rechazo de los Estados terminó reformando la literalidad hasta alcanzar la naturaleza de recomendación.

La legislación básica española incorpora, las obligaciones anteriores. En la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad se define el concepto de corredor ecológico como “el territorio, de extensión y configuración variable, que, debido a su disposición y estado de conservación, conecta funcionalmente espacios naturales de especial relevancia para la flora o la fauna silvestres, separados entre sí, permitiendo, entre otros procesos ecológicos, el intercambio genético entre poblaciones de especies silvestres o la migración de especímenes de esas especies” (art. 3.8 LPNB).

En su artículo 20 LPNB, se pone en manos de las administraciones con competencia en esta materia la definición de las herramientas necesarias para garantizar la conectividad entre los espacios protegidos. Serán los planes de ordenación los instrumentos para garantizar la conservación y protección de los corredores.

Asimismo, el art. 46 LPNB establece la necesidad de dotar de coherencia y conectividad a la red de espacios protegidos. En particular “se fomentará la conservación de los corredores ecológicos y la gestión de aquellos elementos del paisaje y áreas territoriales que resultan esenciales o revistan primordial importancia para la migración, la distribución geográfica y el intercambio genético entre poblaciones de especies de fauna y flora silvestres”. Las Comunidades autónomas fomentarán la conservación de los corredores ecológicos y la gestión de aquellos elementos del paisaje y áreas territoriales que resulten esenciales o revisten primordial importancia para la migración, la distribución geográfica y el intercambio genético entre las poblaciones de especies de fauna y flora silvestre.

¿MÁS ALLÁ DE LAS REDES ECOLÓGICAS?

La conceptualización de las redes ecológicas en base a corredores ecológicos y sobre todo, si se han diseñado exclusivamente en función de especies, ha suscitado una crítica por su carácter reduccionistas si se mantiene que lo principal de la conservación es el mantenimiento de los flujos existentes.

Las políticas sobre ENPs no deben ceñirse a las fronteras de las respectivas zonas protegidas sino extenderse a todo el territorio en su conjunto con la gradación protectora que sea necesaria para no coartar el desarrollo económico y social, pues las simples conexiones físicas, los corredores ecológicos, no garantizan la continuidad de esos flujos.

En comparación con el modelo de Redes ecológicas, en el que el conjunto de espacios naturales protegidos se integran en la red mediante elementos territoriales que facilitan la continuidad de los procesos ecológicos, los Sistemas se caracterizan por garantizar la integridad ecológica. El territorio se analiza en su conjunto, atendiendo no sólo a los criterios de representatividad y conectividad, sino de complementariedad, coherencia interna y coherencia externa. En una aproximación de sistema se considera tanto el territorio protegido como otros elementos territoriales, en especial ecosistemas seminaturales, que pueden cumplir un importante papel como zonas de amortiguación e interconexión. (MÚGICA et alt. 2002)

Como afirma LUCIO FERNÁNDEZ El paso más avanzado en el diseño de redes de conservación se alcanzaría cuando el criterio no fuera sólo mantener la conectividad para ciertas especies sino el mantenimiento de la integridad del paisaje. Esto debería alcanzarse mediante la conservación de configuraciones paisajísticas que aseguren el mantenimiento del conjunto de flujos y funciones ecológicas, responsables de los bienes y servicios ambientales que el paisaje presta a la sociedad. Las grandes dificultades teóricas y prácticas que presenta la aplicación de este tipo de aproximación hace que al día de hoy los ejemplos de redes basados en estos conceptos no pasen de ser ensayos de tipo teórico o académico (LUCIO FERNÁNDEZ et alt, 2002), aunque el trabajo en esta línea es continuo (EUROPARC-España, 2009).

BIBLIOGRAFÍA

- BENNETT, G. 2004a. Integrating Biodiversity Conservation and Sustainable Use: Lessons Learned From Ecological Networks. IUCN, Gland,Switzerland, and Cambridge, UK.

- BENNETT, G. 2004b. Linkages in Practice: a Review of Their Conservation Practice. IUCN, Gland(Switzerland) and Cambridge (UK).

- BENNETT G., WIT, P., The Development and Application of Ecological Networks A Review of Proposals, Plans and Programmes, AIDEnvironment, Ámsterdam, IUCN, July 2001

- EUROPARC-España. 2009. Conectividad ecológica y áreas protegidas. Herramientas y casos prácticos. Ed. FUNGOBE Madrid.

- GARCÍA MORA, M.P. y MONTES, C (eds.). 2003. Vínculos en el paisaje mediterráneo. El papel de los espacios protegidos en el contexto territorial/Linkages in the Mediterranean landscape. The role of protected areas in the territorial context. Junta de Andalucía. Sevilla.

- LUCIO FERNÁNDEZ, J.V.; ATAURI MEZQUIDA, J.A.; SASTRE OLMOS, P. y MARTÍNEZ ALANDI, C.. 2002. Conectividad y redes de espacios naturales protegidos: del modelo teórico a la visión práctica de la gestión

- MÚGICA, M., De LUCIO, J.V, et alt. 2002. Integración territorial de espacios naturales protegidos y conectividad ecológica en paisajes mediterráneos, Junta de Andalucía, Sevilla.